lunes, 13 de mayo de 2013

Desaparecer.

Me he dado cuenta que desapareciendo, no se solucionan los problemas, sino todo lo contrario. Te vas, te vas muy lejos, intentas olvidar lo que un día te hizo sufrir.. Huyes. Pero no hay manera. Y es entonces cuando entre lágrimas, piensas cómo sería tu vida si volvieras atrás, si enfrentaras lo que un día catalogaste como imposible, y le gritaras a la vida: ¡SOY FUERTE!




El tiempo pasa.




Lloras.




Te sientes débil.




No encuentras luz entre tanta oscuridad.




Pero un día, sin saber muy bien el motivo, despiertas con una sonrisa. Y es ahí cuando te das cuenta de que puedes solucionar las cosas, que eres capaz de afrontar los obstáculos, que puedes volver a lo que un día dejaste, y sobre todo, que puedes llegar a ser feliz.

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