jueves, 22 de diciembre de 2011

No te quiero.

No te quiero. No te quiero. No te quiero.. Me repito a mí misma cada noche de mi vida. Quiero pensar que no te quiero. Quiero convencerme a mí misma de ello. Si no te quiero, todo es más fácil. No habrá sufrimiento. Te digo que no te quiero, y dejas de quererme. Te digo que no te quiero, y me engaño a mí misma. No te quiero. No te quiero. NO TE QUIERO. Lo pienso y se me ponen los vellos de punta. Me resulta imposible decirlo en voz alta. También me resulta imposible llegar a creerlo. Ojalá no te quisiera. Ojalá pudiera gritar a los cuatro vientos que no te quiero. Ojalá pudiera escuchar tu voz, y no temblar.. Me rindo. Es imposible. Pero.. ¿por qué quiero dejar de quererte? ¿Por qué me duele tanto sentir que te necesito de esta manera? ¿Por qué, intento mentirme y hacerme creer que lo que siento por ti, no es amor? A veces no logro entenderlo..

No te quiero. No te quiero.. NO, te quiero. Es mi única verdad. Que a pesar de los mil y un obstáculos que nos separan cada día, no he dejado de quererte ni un sólo segundo de mi vida. Esta vida, antes vacía y ahora plena por tu causa. ¿Ojalá no te quisiera? Si no te quisiera, moriría. Pero si te sigo queriendo, moriré de todas formas al no tenerte. Te quiero y no te tengo. Me muero sin ti. Cada día muero un poco más por no tenerte.

Sí te quiero. Y prefiero morir sin tenerte y haberte querido, a morir teniéndote y fingir que no te quiero.

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